La ola de despidos irregulares que afecta a empleados municipales del interior provincial alcanzó niveles alarmantes en Chiriguanos, donde el presidente de la comisión de fomento, Antonio Caldera, despidió trabajadores verbalmente y se niega a recibir cualquier reclamo o presentación administrativa.
La denuncia fue realizada por Carlos Villasanti, secretario general de ATE Formosa, tras una gira sindical que realizó el viernes pasado por localidades del oeste, incluyendo Laguna Yema y Chiriguanos, en lo que denominó “la triste gira del despido”.
En diálogo con el programa Algo está pasando, Villasanti detalló el método de desvinculación que se aplica en Chiriguanos: “Según la manifestación de los compañeros, los despidos es en forma verbal, no te presentes más a trabajar, ya está despedido. Estas cosas así”, describió el dirigente.

La situación se agrava porque las autoridades locales no solo despiden informalmente, sino que además impiden que los trabajadores afectados puedan presentar reclamos. “Ni siquiera reciben las notas de los compañeros. El presidente de comisión de Fomento ni siquiera autoriza a la mesa de entrada para que reciba“, denunció Villasanti, quien remarcó que “cualquier funcionario tiene la obligación de recibir los escritos, no importa si te gusta o no te gusta lo que dice“.
Sin pensión
Entre las situaciones más dramáticas que relevó ATE se encuentra el caso de una trabajadora municipal cuyo esposo falleció y que necesita una certificación laboral para tramitar su pensión ante la Caja de Jubilaciones provincial. Sin embargo, las autoridades de Chiriguanos se niegan a recibir incluso esa solicitud básica.
“Tenemos un caso de una compañera en particular que falleció el marido, lo que pide es la certificación que le pide la Caja para hacer su pensión, y no le está recibiendo ni siquiera eso, que ni siquiera es un escrito”, relató el secretario general de ATE con indignación.
Ante la negativa sistemática del gobierno local, el sindicato debió tomar medidas excepcionales. “Llevamos un abogado con nosotros, se fueron a la comisaría, hicieron una exposición para que se le notificara al intendente“, explicó Villasanti.
Laguna Yema
La situación en Laguna Yema fue diferente. Tras realizar asambleas con trabajadores y miembros de la comunidad aborigen que los acompañaron, se logró un principio de acuerdo con el intendente. “Según las expresiones de los trabajadores y de los compañeros de la comunidad Aborigen, se llegó a un acuerdo que bueno, hoy tendría que presentarse todo ese lugar de trabajo”, indicó Villasanti.
Sin embargo, el dirigente sindical se mostró cauto sobre el cumplimiento del compromiso: “Seguramente hoy vamos a tener novedad si se cumplió o no el compromiso del intendente que asumió con los trabajadores y las trabajadoras”.

En ese caso, las autoridades municipales sostuvieron inicialmente que no se trataba de despidos sino de “cambio de lugar de trabajo nomás”, aunque el conflicto generado demostró la gravedad de la situación.
El panorama que describió Villasanti sobre la situación laboral en los municipios del interior es desolador. “Los municipales viven en una informalidad enorme en el interior. Cuando más te alejás de la ciudad capital es peor el desastre“, afirmó.
El dirigente detalló una serie de irregularidades que van desde la reducción arbitraria de categorías hasta el recorte de antigüedad reconocida. “Nos comentaban casos que ocurrieron con compañeros de planta permanente, reducción de categoría, reducción de antigüedad. Hay cosas que uno dice, bueno, pero esto está pasando en un estado de derecho cuando hace 42 años que estamos en democracia”, cuestionó con dureza.
La situación de sometimiento es tal que los trabajadores tienen miedo hasta de afiliarse al sindicato. “El temor es tan grande que no se animan. Nosotros hace mucho que queríamos entrar, afiliar a los compañeros“, reveló Villasanti, quien agregó que recién ahora, cuando “les llegó la soga al cuello”, comenzaron a pedir fichas de afiliación.

