La diputada provincial, Gabriela Neme, cuestionó los resultados de las elecciones del pasado 29 de junio, al asegurar que el oficialismo está operando para impedir que asuma su banca. “Están intentando que no entre con ese famoso piso que no existe en la ley, y que es avalado por los cómplices del Superior Tribunal de Justicia”, denunció en una entrevista concedida al programa radial Algo Está Pasando.
Según Neme, la diferencia para alcanzar ese supuesto piso es de apenas 42 votos. “Ya detectamos mesas donde aparecen 28 votos nuestros no consignados y otras donde directamente no cargaron ningún voto de la oposición. Hay muchísimas irregularidades que vamos a pelear mesa por mesa desde el jueves, cuando se inicie el escrutinio definitivo”, anunció.
La legisladora afirmó que, aplicando el sistema D’Hondt, ella debería ocupar una de las bancas en juego. “Yo tendría que ser la segunda diputada que ingresa. Tienen que entrar Villaggi, Neme y Montoya. Pero con este tema del piso —que inventaron ahora— quieren dejarme afuera”, advirtió.
Neme también sostuvo que el oficialismo intentará sellar alianzas para dejarla fuera de la Cámara. “En definitiva, a quien no toleran es a mí”, expresó, y remarcó que el espacio Nuevo País seguirá creciendo más allá del resultado individual: “Nosotros no somos una banca. Nuestro objetivo era frenar la reforma constitucional y construir hacia el 2027”.
En ese sentido, destacó la elección de su hijo, Matías Neme, como el concejal más votado en la capital. “Más allá de que sea mi hijo, entra por sus capacidades. Lo ha luchado desde la pandemia, siempre estuvo cerca de la gente”, sostuvo.
La diputada opositora fue más allá y cuestionó duramente las condiciones de votación en la provincia. “El formoseño tiene hambre y sabe que esto no va a cambiar más. Entonces, cada dos años, lo único que espera es comer un poco más. Eso no es un voto libre, es un voto condicionado por la necesidad”, denunció.
Además, alertó sobre prácticas irregulares detectadas durante los comicios: “Vimos urnas en los baños, sobres firmados, votos cantados y carpas azules repartiendo sobres frente a las escuelas. Todo a la vista. Eso no es democracia”, enfatizó.
También cuestionó el uso del aparato estatal para inclinar la balanza en el interior provincial: “En pueblos como Perín o Bartolomé de las Casas incorporaron cientos de personas al padrón de manera irregular. En lugares donde todos se conocen, eso es una forma de fraude”.