El informe sobre la incidencia de la pobreza y la indigencia en los 31 principales aglomerados urbanos del país, correspondiente al segundo semestre de 2024, dejó en evidencia la dramática situación social de Formosa.
Según los datos oficiales, el 46,2% de la población del aglomerado formoseño se encuentra en situación de pobreza, lo que equivale a 122.135 personas, mientras que el 7,5% está en la indigencia, representando a 19.829 habitantes. Los datos corresponde estrictamente a la capital y están reflejados en el informe de la Incidencia de la pobreza y la indigencia en 31 aglomerados urbanos del Segundo semestre de 2024 que elaboró el INDEC.
A nivel nacional, la pobreza afectó al 38,1% de la población urbana, lo que equivale a 11.337.979 personas, mientras que la indigencia alcanzó al 8,2%, con 2.451.657 personas en esta condición.
Estos números posicionan a Formosa por encima del promedio del país, reflejando una mayor vulnerabilidad en la región del Noreste (NEA), donde la pobreza en personas alcanzó el 47% y la indigencia el 11,6%.
Si bien en comparación con el primer semestre de 2024 los indicadores han mostrado una fuerte reducción (cuando la pobreza alcanzó el 67,6% y la indigencia el 19,8%), el análisis de la evolución histórica expone una crisis persistente.
Desde 2016 hasta la actualidad, los niveles de pobreza en la provincia han experimentado importantes fluctuaciones, aunque siempre manteniéndose en valores altos.
Los datos revelan que en el segundo semestre de 2016, la pobreza en Formosa alcanzaba al 28,3% de la población, con una indigencia del 3,6%. En los años siguientes, las cifras fueron en aumento, llegando a un pico en el segundo semestre de 2021 con un 47,4% de pobreza y un 15% de indigencia.
En el primer semestre de 2024, los valores se dispararon, alcanzando niveles sin precedentes con un 67,6% de pobreza y un 19,8% de indigencia, en un contexto de crisis económica nacional.
La reciente baja en estos indicadores durante el segundo semestre de 2024 se atribuye al aumento de los ingresos monetarios de los hogares, que superó el incremento de las canastas básicas alimentaria (CBA) y total (CBT). Sin embargo, los niveles siguen siendo alarmantes y reflejan las dificultades estructurales de la provincia.
Comparada con otras regiones del país, Formosa sigue estando en una posición crítica. Mientras que en la región pampeana la pobreza fue del 35,6% y en la Patagonia del 33,5%, el NEA lideró los niveles más altos del país con un 47% de pobreza y 11,6% de indigencia.
A pesar de la mejora en relación con el primer semestre del año, la provincia enfrenta desafíos estructurales que dificultan una reducción sostenida de la pobreza.
El acceso al empleo formal, la dependencia de planes sociales y el costo de vida son factores determinantes que impactan en la situación socioeconómica de los formoseños.