La localidad de Palo Santo, en el oeste de la provincia de Formosa, atraviesa una emergencia hídrica tras haber recibido más de 470 milímetros de lluvia en pocos días, lo que provocó inundaciones, desbordes de canales y la evacuación de más de 100 personas.
En diálogo con Algo Está Pasando (FM 94.1), el profesor Francisco Pérez, referente educativo y social de la zona, brindó un panorama alarmante: “El clima es desalentador. Está lloviendo intensamente y eso complica mucho el trabajo de asistencia. El agua no baja y, al contrario, sigue subiendo en algunos sectores”, afirmó.
Hasta el cierre del relevamiento realizado por el comando de emergencia local, se contabilizaron siete familias evacuadas en la Escuela N° 376 —con 13 adultos y 11 menores— y 17 familias más en la Casa de la Solidaridad, con 26 mayores y 43 menores. A estos números se suman personas alojadas en otros puntos como el predio municipal, el Concejo Deliberante, el hospital, la capilla San Blas y varias iglesias.
Además, preocupa la situación en las colonias rurales como Mataco, Colonia 44 y El Comienzo, donde el acceso es limitado. “El agua no sólo proviene de las lluvias locales, sino del colapso del canal hídrico que baja desde el Bañado La Estrella”, explicó Pérez. La Dirección de Vialidad Provincial intervino de urgencia tapando una alcantarilla sobre la Ruta Nacional 81 para intentar desviar el flujo hacia zonas menos pobladas.
La situación es crítica también en el barrio kilómetro 2, donde vecinos vieron cómo el agua subía rápidamente “después de haber parado de llover, por el ingreso del agua del canal que viene desde la zona de Perín”, señaló el profesor.
En medio de esta situación, la solidaridad de los vecinos es la que más sostiene a los damnificados. Personas comunes colaboran con canoas, tractores, guisos, cocido y asistencia en los centros de evacuación. “Todavía no llegó la gran ayuda del gobierno, aunque hoy por la mañana entró una camioneta con insumos tras el relevamiento de ayer”, contó Pérez.
Entre las necesidades más urgentes, se destacan ropa seca, colchones, agua potable, alcohol, lavandina, repelente y alimentos no perecederos. Las campañas solidarias ya comenzaron en Formosa Capital y El Colorado, desde donde se espera que lleguen donaciones durante el fin de semana.
“Hay familias que no quieren abandonar sus casas pese a estar bajo agua. Necesitan ser asistidas igual, aunque no evacúen”, agregó el entrevistado, quien también expresó su preocupación por las zonas rurales dispersas, de difícil acceso.