La llegada de Axel Kicillof a Formosa este martes no es un simple acto protocolar de cooperación interprovincial. La reunión con Gildo Insfrán tiene una lectura política que trasciende el convenio que firmarán este miércoles a las 9:15 en el Polo Científico.
El mandatario bonaerense aterrizó en su Beechcraft B200 King Air LV-ZRG, perteneciente a la provincia, para pasar la noche en Formosa. Un hora antes lo hizo el formoseño en una aeronave de Baires Fly que salió desde Aeroparque
En los pasillos del peronismo, la imagen de ambos gobernadores juntos alimenta una especulación que cobra cada vez más fuerza: la posibilidad de una fórmula Kicillof-Insfrán para 2027.
El encuentro se produce en un momento clave para el armado político del peronismo. Mientras el espacio busca desesperadamente un candidato de unidad capaz de competir contra el oficialismo nacional y el camporismo, Kicillof emerge como una de las figuras.
Para Insfrán, la jugada tiene otro significado. El fallo de la Corte que le impediría presentarse nuevamente como gobernador en 2027 lo coloca ante la necesidad de buscar una salida institucional elegante. Y en el entorno del histórico mandatario formoseño, que lleva 3 décadas al frente de la provincia, comienzan a circular con insistencia los rumores de una candidatura a vicepresidente.
La lógica política no es menor: Insfrán aporta experiencia, control territorial en el norte argentino y una estructura partidaria interna consolidada. Sin embargo el contrapeso de años al frente de Formosa lo ubica como una presa fácil de la oposición y los medios que irán tras sus años de “una democracia con una serie de fallas”.
El federalismo como bandera
Antes del encuentro, los mandatarios mantuvieron un encuentro en la Casa de la Pampa en la Capital Federal junto a sus pares de La Pampa, Santiago del Estero, La Rioja y Tierra del Fuego, se convierte así en el discurso unificador de cara a 2027.
En un comunicado denunciaron el desfinanciamiento provincial, la caída de la coparticipación del 58% al 42% desde 1988, y la crítica a la gestión de Javier Milei son ejes que buscan construir un relato de oposición coherente.
El convenio de cooperación que firmarán mañana, con el objetivo declarado de “resolver problemáticas comunes sin depender del Gobierno nacional“, es apenas la excusa formal. Lo que realmente está en juego es la construcción de una alianza política que trasciende las fronteras provinciales y que podría materializarse en una fórmula presidencial
La imagen que quedará de este miércoles en Formosa será la de dos gobernadores que se necesitan mutuamente: uno que busca un compañero de fórmula con peso territorial, y otro que necesita un proyecto político que le permita continuar en la primera línea sin desafiar los límites judiciales que se le imponen.
La foto está. La fórmula, todavía en construcción. Pero en el peronismo ya comenzaron a hacer cuentas.

