Lejos de la capital y en el oeste formoseños, el gobernador de Formosa, Gildo Insfrán, saca todos sus demonios y ataca en sus discursos a viejos enemigos y los fantasmas dentro de su propio espacio.
Insfrán, en Ingeniero Juarez, apuntó a la Iglesia católica, sin nombres pero aludiendo claramente al obispo José Vicente Conejero, de origen español, quien días atrás se refirió en una homilía a la creciente pobreza en la provincia.
“España tiene dialectos diferentes y Franco unificó España con el castellano de la vieja Castilla. Lo aclaro porque por ahí algunos religiosos creen que estos territorios siguen perteneciendo al imperio español. Se equivocan, los valientes de nuestra tierra vencieron a las fuerzas reales que dominaban nuestros pueblos”, fue el preludio de Insfrán, en un intento por desacreditar el mensaje del religioso.
El mandatario provincial fue más allá al señalar: “He escuchado una homilía hace unos días y por eso le estoy respondiendo de esta manera. Formosa no es tierra del imperio español. Es parte de la nación argentina. No nos van a venir con su hipocresía detrás de un hábito a querer confundir a nuestro pueblo”.
Insfrán cuestionó además el supuesto uso político de los templos: “Qué casualidad que todas las maniobras que vienen de Nación se hacen en las iglesias. Entonces, no juegan al trabajo religioso, juegan a la política. Y si juegan a la política, tienen que aguantarse porque yo no me voy a quedar callado”.
A pesar de las críticas, el gobernador aclaró: “Soy católico, apostólico y romano, pero no tengo necesidad de la bendición de él, porque recibo directamente la bendición de quien tengo que recibir”.

Conejero no es la primera vez que es apuntado por las palabras del mandatario formoseño y esto tiene que ver con una institución que nunca se alineo plenamente al “modelo formoseño”. Y eso se paga caro.
La arenga no terminó ahí. En plena campaña para las elecciones del 29 de junio, Insfrán también apuntó contra los propios, advirtiendo a quienes promueven el corte de boleta dentro del Partido Justicialista. “Tenemos que votar una sola boleta, la azul, completita, sea del lema que fuera. No pierdan tiempo, porque hay algunos que están en nuestro lema y tienen directivas de cortar aquí y allá. Eso no es peronista ni quiere a su provincia”.
Por supuesto, no menciona abiertamente al sublema rebelde para evitar una fuga real de esos votos y que la tijera tome demasiado filo. Al final, una advertencia para los dirigentes que la promueven y los que lo andan pensando.
Finalmente, Insfrán acusó a quienes alientan esa estrategia de facilitar la llegada de los sectores libertarios: “Si hacen eso para favorecer a los libertarios, y pretenden que ellos escriban nuestra Constitución, no son formoseños”.
Insfrán volvió a polarizar con Nación, la Iglesia y los sectores internos que se apartan de su control absoluto y a medida que se acerca el 29 intenta afinar la puntería para evitar que se puedan colar votos entre estos sectores. No hay exorcismos ni bendiciones, el gobernador lo dejo en claro: tiene línea directa con el las fuerzas del cielo.