El sábado la comunidad indígena Campo del Cielo, perteneciente al Pueblo Pilagá, fue escenario de una protesta que terminó en tensión y violencia. Doroteo Domínguez, representante del Consejo de la Federación del Pueblo Pilagá, brindó su testimonio en Algo está pasando, en la FM 94.1.
“Estamos muy dolidos por lo que pasó, tristes de tener un enfrentamiento así entre seres humanos”, comenzó diciendo Domínguez. El referente explicó que desde 2018 la comunidad reclama al gobierno provincial la construcción de un terraplén o defensa contra el agua, una obra fundamental para evitar que las crecidas inunden sus tierras.
“El reclamo siempre fue ese: levantar la defensa de nuestra comunidad”, sostuvo. Según relató, en los últimos días el agua casi supera la contención existente y la comunidad temió lo peor. “Tuvimos una respuesta de Vialidad en ese momento, vinieron con máquinas, pero eso nos dio más miedo, porque parecía que nos tomaban como tontos. Pensábamos que en cualquier momento la defensa se rompía”.
El reclamo central de la protesta fue la apertura de las compuertas para permitir el escurrimiento del agua. “El sábado estábamos asustados, las mujeres y los hombres estaban rezando, porque la tierra filtraba y sabíamos que si se rompía la defensa íbamos a perder todo”.
Domínguez negó que la comunidad haya tenido intenciones de cortar rutas o enfrentarse con la policía. “Siempre estuvimos a la vera de la ruta, dialogando con los policías. Pero nunca llegó un funcionario del gobierno a dar una respuesta real. Solo vinieron con cajas alimentarias, pero eso no es lo que pedimos. Lo que pedimos es que levanten la defensa”.
En el momento más tenso del operativo, relató, comenzaron a recibir disparos. “Escuchamos una orden y empezaron a tirarnos. Después de eso, uno de los hermanos agarró una ambulancia para usarla de escudo. Pero antes de eso nos tiraron balas. Encontramos muchos cartuchos, incluso balas 9 mm”.
Sobre el episodio de la ambulancia que atropelló a efectivos policiales, Domínguez sostuvo que fue una reacción desesperada: “No fuimos con armas, ni con palos ni cascos. El que manejó la ambulancia es chofer de la municipalidad, pero estaba ayudando a la comunidad. Fue una decisión de todos. Lo que se vivió ahí fue muy triste”.
Finalmente, aseguró que actualmente no existe un canal de diálogo abierto con el gobierno provincial. “Presentamos notas desde febrero y nadie vino. Ni técnicos, ni funcionarios. Nadie se acercó. No estamos politizando nada, estamos defendiendo la vida de nuestras familias”.