El gobierno nacional oficializó el autodespacho de combustibles a través del Decreto 46/2025, publicado en el Boletín Oficial. La normativa autoriza a los expendedores a implementar esta modalidad en forma parcial o total, dejando en sus manos la decisión de adaptarse al nuevo sistema.
La Secretaría de Energía deberá establecer en un plazo de 60 días los requisitos técnicos para su aplicación.
Si bien la medida se basa en experiencias internacionales, como en Estados Unidos, la Unión Europea y países de Sudamérica como Chile, Perú y Uruguay, su implementación en Argentina genera dudas y preocupación dentro del sector.
En diálogo con Algo está pasando, el presidente de la Cámara de Estaciones de Servicio, Ángel Luis Bigatti, advirtió sobre los posibles riesgos del autodespacho: “No es una cuestión menor, estamos hablando de un combustible inflamable. No cualquiera está capacitado para manipularlo sin supervisión. Se necesita un control estricto para evitar accidentes”, afirmó.
Bigatti que en Formosa “las estaciones de servicio no están preparadas técnicamente para esto. Y aunque lo estuvieran, hay un problema de capacitación: la gente no está acostumbrada a servirse combustible por sí misma”, sostuvo.
Desde el sector gremial también hay preocupación. El secretario general del Sindicato de Estaciones de Servicio de Formosa (SOESGyPE), Sergio Rivas, alertó sobre la posible pérdida de empleos: “Si esto no es opcional y se convierte en la norma, muchos trabajadores quedarían desplazados. Además, en un país donde la inseguridad es un problema, la automatización podría generar situaciones de riesgo para los clientes”.
Otro punto que genera controversia es el artículo 4 del decreto, que permite el uso de tanques sobre el terreno y habilita estaciones de servicio móviles.
Bigatti consideró que este aspecto podría derivar en una competencia desleal: “No se está hablando de esto, pero es quizás lo más preocupante. Si se flexibiliza la instalación de surtidores en terrenos baldíos o estaciones móviles, los estacioneros formales quedarían en desventaja. No es claro cuáles serán los controles y condiciones para esto”.
Pese a las dudas, la implementación del sistema dependerá de la decisión de cada estacionero y del marco regulatorio que establecerá la Secretaría de Energía en los próximos dos meses. Mientras tanto, los trabajadores del sector esperan precisiones sobre cómo se adaptarán las estaciones de servicio y qué impacto real tendrá esta medida en la economía y el empleo.