Formosa presenta uno de los indicadores más preocupantes del país cuando se analiza la relación entre población total y empleo privado registrado. Con 607.419 habitantes censados en 2022 y apenas 22.800 personas empleadas formalmente en el sector privado en julio de 2025, la tasa de formalización laboral alcanza apenas el 3,7%, una cifra que expone la fragilidad del tejido empresarial formoseño y la escasez de oportunidades de trabajo estructurado.
Para dimensionar la magnitud del problema, es necesario comparar a Formosa con otras provincias de similar o menor tamaño poblacional. Tucumán, con 1.731.820 habitantes —casi tres veces más que Formosa—, registra 161.700 empleados privados en julio, lo que equivale a una tasa de formalización del 9,3, más que el doble que en la provincia norteña. Incluso Catamarca, con apenas 429.562 habitantes, logra una proporción de 8,3% (35.600 empleados registrados), superando ampliamente a Formosa pese a tener menor población.
La disparidad se vuelve aún más evidente al observar a Corrientes, provincia vecina y con similares características sociodemográficas, que cuenta con 1.212.696 habitantes y 79.700 empleados privados registrados —6,6% de su población—, casi el doble que Formosa. Incluso La Rioja, una de las provincias más pequeñas del país con 383.865 habitantes, logra una tasa de formalización del 7,6, duplicando la de Formosa.
La estructura productiva de Formosa depende fuertemente de la administración pública, que no se refleja en los registros de empleo privado analizado por la Secretaría de Trabajo. Existe un sector informal muy importante que no es capturado por las estadísticas oficiales.
En tanto, la capacidad de generación de empleo formal en el sector privado es limitada, lo que condena a buena parte de la población a empleos precarios o subempleados.
El dato de crecimiento interanual del 4,7% que posiciona a Formosa como provincia líder en el país adquiere una nueva dimensión cuando se observa desde esta óptica. Si bien representa una recuperación relativa respecto a julio de 2024, no logra modificar una realidad estructural: la provincia genera muy pocos empleos privados registrados en términos absolutos. }
Mes a mes, Formosa pierde empleados: en julio perdió 173 puestos de trabajo y desde noviembre de 2023 acumula una caída de 1.863 empleos.

La comparación con otras jurisdicciones revela patrones similares en provincias de menor desarrollo relativo. Misiones, con 1.278.873 habitantes, tiene 102.300 empleados privados registrados (8,0%); Corrientes, con 1.212.696 habitantes, logra 79.700 empleados (6,6%). Pero en el caso de Formosa, esa estructura productiva basada en empleo público y economía informal deja poco margen para la creación de empleo privado formal.
Lo paradójico es que el liderazgo interanual de Formosa en crecimiento de empleo privado registrado (4,7%) no se traduce en una mejora sustancial de su posición relativa. Incluso con ese crecimiento, la provincia mantiene una de las proporciones más bajas de formalización laboral del país, evidenciando la pobreza de la base sobre la cual se calcula ese porcentaje.
Crear 1.000 nuevos empleos en Formosa parece representar un logro estadístico importante, pero en una provincia de más de 600.000 habitantes sigue siendo una cifra insuficiente para hablar de recuperación económica real.