En una decisión adoptada este martes, el Superior Tribunal de Justicia (STJ) de la provincia resolvió otorgar una licencia médica por 30 días a la jueza de Paz de la localidad de General Belgrano, doctora Romelia Sánchez, luego de que se constatara un grave cuadro de salud. La medida podría prorrogarse si las condiciones así lo requieren, de acuerdo a lo informado oficialmente.
La situación que derivó en esta decisión tuvo un episodio clave durante la jornada del lunes, cuando la magistrada se presentó en la comisaría local manifestando un estado de salud comprometido. Ante la gravedad del cuadro, se dio inmediato aviso a la jueza de Instrucción y Correccional N.º 2 de Clorinda, quien dispuso una intervención urgente para constatar el estado de la jueza y ordenar la apertura de su vivienda, como parte del protocolo habitual ante posibles situaciones de riesgo.
El despliegue judicial y policial desató una serie de rumores sobre lo ocurrido en la vivienda de la funcionaria judicial, que hasta involucró al diputado provincial, Carlos Hugo Insfrán, y hermano del Gobernador, Gildo Insfrán. La participación de un tercero en el episodio fue desmentida por la Policía provincial.
El máximo órgano judicial fundamentó su resolución en informes del Cuerpo Médico Forense de la Segunda Circunscripción Judicial, la historia clínica elaborada por el Servicio Médico Laboral del Poder Judicial, y el parte emitido por el inspector de la Justicia de Paz, doctor Marcelo Paolisso.
En el mismo acto, el STJ designó al agente judicial Eber Luis Arrúa como juez de Paz subrogante del Juzgado de General Belgrano, quien asumirá las funciones mientras se extienda la licencia de la doctora Sánchez que juró en el cargo en mayo del 2023.
Según trascendió, en el procedimiento participaron también la fiscal Gómez y personal médico, quienes certificaron la condición de salud de la magistrada, lo que derivó en la posterior resolución del STJ.
La designación de un juez subrogante busca garantizar la continuidad del servicio de justicia en General Belgrano, asegurando la atención de los asuntos judiciales mientras se resguarda la integridad física y emocional de la jueza titular.