Un grupo de 11 familias, todas encabezadas por madres solteras con hijos menores, ocupa desde ayer por la mañana un terreno fiscal en el barrio La Maroma, en el Circuito 5, en un nuevo capitulo que refleja la persistente crisis habitacional que atraviesa la provincia.
Las mujeres montaron carpas y estructuras precarias de chapa y cartón en el predio, donde permanecen junto a sus hijos a la intemperie, soportando las inclemencias del tiempo. “Empezamos ayer a las 6 de la mañana. Nos quedamos acá acampando toda la noche, todo el día ayer (domingo). Nos mojamos todo desde ayer que nos agarró la lluvia”, relató una de las ocupantes identificada como Camila.
La situación se complicó cuando las fuerzas policiales impidieron el ingreso de alimentos y abrigo para los menores. “No nos dejaron pasar la comida para los chicos, ni ropa, nada. Los chicos también están sin comer“, denunció la mujer, evidenciando las condiciones extremas en las que se encuentran.
Ante la desesperación, las familias debieron contratar los servicios de un abogado que logró negociar con la policía el ingreso de algunos víveres. “Tuvimos que juntar entre las 11 familias 100.000 pesos para pagar al abogado. Nos dejaron pasar un pollo para que los chicos coman“, explicó Jessica Sosa, otra de las ocupantes que tiene cinco hijos.
Las testimonios revelan historias de vulnerabilidad extrema. María Romero, otra de las mujeres presentes, explicó que se encuentra separada por violencia de género y no cuenta con ingresos fijos. “Soy vendedora ambulante, trabajo día a día para que los chicos coman. No tengo sueldo para pagar alquiler“, manifestó.
La problemática habitacional se agrava por los altos costos de los alquileres en la zona. “Acá en el circuito están arriba de los 300 [mil pesos] mínimo, un ambiente chiquito. Es imposible pagar“, señaló una de las ocupantes, reflejando la brecha entre los ingresos informales y el mercado inmobiliario local.
Las familias aseguran haber seguido los canales oficiales sin obtener respuestas. “Nos anotamos en el registro de vivienda, pero nunca tuvimos respuesta”, indicó Romero, dando cuenta de la ineficacia de los mecanismos institucionales.
Según las ocupantes, esperan la llegada de funcionarios del ministerio correspondiente para encontrar una solución. “Ayer nos dijeron que el ministerio iba a venir hoy a la mañana para hablar con nosotros, pero hasta ahora no vino nadie“, manifestaron con evidente preocupación.
Las mujeres no descartan la posibilidad de regularizar su situación. “Si estos son terrenos que se pueden usar para construir, nosotros queremos construir. Queremos pagar los impuestos, vamos a pagar todo. Queremos un lugar donde vivir nomás”, expresó una de ellas, evidenciando su disposición a cumplir con las obligaciones legales.