La noticia de la supuesta muerte de una beba de un 1 y 8 meses picada por un alacrán en Naineck comenzó a circular por todo el país este fin de semana. Sin embargo la familia denuncia que se debió a un caso de mala atención o mala praxis en los Hospitales públicos de la provincia.
Analía Medina, madre de la pequeña Daniela hablo en Algo está pasando acerca de las circunstancias que rodearon la muerte de su hija, señalando posibles negligencias en la atención médica que recibió en el hospital de Laguna Blanca.
“Ya está hecha la denuncia, ya está con una causa judicial, ya creo que apartaron a los Directores de trabajo están en investigación“, dijo Medina y con seguridad respondió que “fue por negligencia la muerte de mi hija, no por la picadura de un alacrán”.
” Le picó el alacrán mientras estaba acostadita en la cuna, pero al principio no sabíamos qué le había pasado. Yo pensé que se había torcido el pie, porque eso fue lo primero que le dolió”, comenzó relatando Medina.
El calvario de la familia comenzó cuando, tras sentir algo caminando en su brazo y descubrir que era un alacrán grande, Medina decidió llevar a su hija de inmediato al hospital. “Le dije a mi marido que lo matara y que nos fuéramos rápido al hospital. Llegamos y el doctor de guardia no estaba, solo una enfermera. Le conté lo que había pasado y ella dijo que no era venenoso, que no parecía grave. Llamaron al doctor, quien dijo lo mismo”, recordó con indignación.
El testimonio de Analía continúa con una serie de decisiones médicas que considera erróneas. “Le aplicaron una dosis de dexametosona intramuscular, y al minuto, mi bebé empezó a vomitar sin parar. Yo le preguntaba por qué vomitaba, pero me decían que era normal, que había llorado mucho. Me decían que me fuera a casa, pero yo no quería. Insistí en que la trasladaran a Laguna Blanca, al hospital, porque algo no estaba bien”, señaló.
La madre también destacó que, en el trayecto hacia el hospital de Laguna Blanca, su hija comenzó a debilitarse. “Cada vez que cerraba los ojos, yo le hablaba para que no se durmiera. Llegamos al hospital, le conté al médico lo que había pasado, y nuevamente, le aplicaron una dosis de dexa. Mi bebé seguía vomitando y me dijeron que era normal, que no era para alarmarse”, relató.
Sin embargo, la situación fue empeorando rápidamente. “Nos dejaron solos en la habitación de observación. No había médicos ni enfermeros que controlaran su estado. Cada vez que vomitaba, yo tenía que salir a buscar a alguien que viniera a verla. Mi hija no paraba de vomitar hasta que ya no tenía nada en el estómago, pero seguía intentándolo. Estaba pálida, con los labios morados, y no había ningún doctor que la atendiera“, denunció Medina.
El punto crítico llegó cuando la situación de Daniela empeoró drásticamente. Los médicos decidieron trasladarla de urgencia a la ciudad de Formosa, pero, según Medina, el traslado estuvo marcado por graves irregularidades.
“Nos subimos a la ambulancia y la enfermera que nos acompañaba me confesó que estaba asustada, que mi bebé debería haber ido intubada o no con un tanque de oxígeno y una mascarilla. Mientras estábamos en el camino, el tanque de oxígeno se quedó sin funcionar. Intentaron abrirlo, pero estaba oxidado. Yo veía cómo mi bebé respiraba con dificultad, ya no tenía fuerzas”, narró, con evidente dolor.
En medio de la desesperación, Medina notó que la situación era crítica. “Mi bebé dio vuelta los ojitos y empezó a salir espuma con sangre de su boca. Se estiró y dejó de moverse”, recordó. A pesar de los intentos por reanimarla, Daniela falleció antes de llegar al hospital.
Una vez en el Hospital de la Madre y el Niño de Formosa, la situación fue devastadora para Medina. “Le pusieron el saturómetro, pero la pantalla no mostraba nada. Les pedí a los doctores que hicieran algo, pero me dijeron que no podían hacer nada más, que ya estaba muerta. Yo no podía creerlo“, expresó con impotencia.
La madre destacó que, al revisar el cuerpo de su hija, los médicos no encontraron ninguna señal evidente de la picadura del alacrán. “Si realmente hubiera muerto por el veneno, tendría que haber alguna marca, algún brote. Pero no había nada“, afirmó.
Medina, quien tiene otras dos hijas, expresó su profundo dolor por la pérdida de Daniela, una bebé muy deseada. “Tanto que la buscamos, tanto que peleamos para tenerla, y la perdimos así, por algo que quizás pudo haberse evitado. Yo hubiese hecho cualquier cosa para salvarla. Si me hubieran dicho que comprara un tubo de oxígeno o que la llevara a otro hospital, lo hubiera hecho. Pero ellos no intentaron nada”, concluyó.
La denuncia penal esta presentada en Laguna Blanca y según fuentes extraoficiales hubo personal separado del cargo, sin embargo el ministerio de Desarrollo Humano no brindo explicaciones sobre el caso de la muerte de Daniela.