La crisis hídrica que atraviesa gran parte del territorio formoseño continúa generando preocupación entre los productores rurales. El presidente de la Sociedad Rural de Formosa, Alfredo Maglietti, definió un escenario alarmante y que reclamó una urgente intervención del Estado para mitigar los efectos del anegamiento.
“Estamos siguiendo la situación de cerca, monitoreando. Tuvimos una reunión con el ingeniero ( Horacio) Zambón, de la parte hidráulica, para evaluar por dónde va a avanzar la masa líquida que se está desplazando hacia el este de Formosa”, explicó Maglietti. En este sentido, advirtió que zonas como El Espinillo y El Yacaré podrían verse afectadas por el agua que desciende desde el Bañado La Estrella.
Pero el punto más crítico, según el dirigente rural, está en la región centro-este de la provincia: “El principal problema hoy es en esa zona, especialmente desde Palo Santo hacia el sur, en la ruta 23, donde hay un anegamiento muy importante. Hay gente esperando que baje el agua para evaluar los daños en los campos. Esto va para largo”, sentenció.

Maglietti también cuestionó la falta de infraestructura adecuada para el escurrimiento del agua: “Las rutas fueron diseñadas con alcantarillas insuficientes. Cualquier taponamiento por pequeño que sea, frena todo, porque Formosa tiene un desnivel de apenas 50 metros en toda su extensión. Una alpargata en el medio del camino detiene el agua”, graficó con crudeza.
En medio de ese análisis técnico, lanzó una declaración contundente sobre la gravedad de lo que ocurre en el departamento Pirané:
“Yo creo que ese departamento hoy por hoy atraviesa una zona de desastre, porque las pérdidas son enormes. En la ganadería, puede que no se mueran todos los animales, pero hay mucha mortandad de terneros. En agricultura, si se inunda, se pierde todo. No es el 10% o el 15%, es el 100%”, aseguró.
El titular de la Sociedad Rural también pidió que Vialidad Nacional y Provincial tomen cartas en el asunto. “Se elevaron notas solicitando mantenimiento de alcantarillas, limpieza de obstáculos y obras que aseguren el escurrimiento del agua. Sin eso, los daños van a seguir creciendo”, dijo.
Finalmente, Maglietti mostró preocupación por lo que pueda pasar en las próximas semanas, sobre todo en el contexto de la llegada del invierno: “Los días se acortan y los pastos no se recuperan. Lo que se pierde ahora, no se recupera hasta después del invierno. Eso agrava aún más la situación de los productores”.
Mientras tanto, la espera por respuestas concretas continúa, en un escenario que, según Maglietti, ya excede los parámetros de una emergencia común: “Esto es un desastre, y hay que tratarlo como tal”.