Las oficinas provisorias del Consejo Federal de Inversiones (CFI), ubicadas en Azopardo 750, Ciudad de Buenos Aires, sirvieron de escenario a los gobernadores de varias provincias argentinas para analizar con preocupación el impacto de las medidas económicas adoptadas por la administración de Javier Milei.
Entre los mandatarios presentes estuvo el gobernador de Formosa, Gildo Insfrán, quien junto a sus pares del norte y otras regiones del país expresó un fuerte malestar por la decisión del Gobierno nacional de eliminar por completo la obra pública y aplicar un severo recorte a las transferencias discrecionales que la Nación giraba a las provincias.
Los gobernadores plantearon que estas decisiones afectan directamente la economía regional, paralizan proyectos de infraestructura esenciales y limitan la capacidad de respuesta de las provincias ante las demandas sociales. En un contexto de caída de la actividad económica y suba del desempleo, alertaron que los recortes podrían agravar las tensiones sociales y profundizar la desigualdad territorial.
La reunión fue convocada con el objetivo de unificar criterios y estrategias frente a lo que califican como un ajuste “sin precedentes” que pone en riesgo el funcionamiento básico de las administraciones provinciales. Fuentes cercanas a los participantes aseguraron que el encuentro sirvió también para afianzar una postura común de cara a futuras negociaciones con el Gobierno nacional y al debate legislativo de medidas que afecten directamente los recursos de las provincias.
El gobernador Insfrán evitó declaraciones públicas tras la reunión, pero su presencia en el encuentro fue interpretada como una señal de respaldo a la coordinación política entre los distritos afectados. Según trascendió, los gobernadores no descartan recurrir a la Corte Suprema en caso de que se mantenga el recorte de fondos que consideran inconstitucionales y contrarios al federalismo.