La informalidad laboral golpea con especial dureza a las provincias del norte argentino, y Formosa no escapa a esta realidad. Según el informe “Panorama del empleo informal y la pobreza laboral, septiembre 2025″ elaborado por la Facultad de Ciencias Económicas de la UBA, la provincia se ubica entre las jurisdicciones con mayor precariedad laboral del país, superando ampliamente el promedio nacional.
El relevamiento del Área de Empleo, Distribución e Instituciones Laborales (Edil) de la UBA posicionó a Formosa entre las ciudades críticas con niveles de informalidad superiores al 50%, junto a otras localidades del NOA como Santiago del Estero, Salta y Concordia.

Si bien el estudio no especifica la cifra exacta para Formosa, la provincia integra el grupo de regiones donde más de la mitad de los trabajadores se desempeña sin cobertura de la seguridad social, sin aportes jubilatorios y al margen de la legislación laboral vigente.
Un problema que afecta a toda Argentina
A nivel nacional, la tasa de informalidad alcanzó el 43,2% en el segundo trimestre de 2025, lo que significa que 4 de cada 10 trabajadores argentinos no están registrados. Esta cifra representa un aumento de 1,6 puntos porcentuales respecto al mismo período de 2024.
El fenómeno no es exclusivo de Argentina. La Organización Internacional del Trabajo (OIT) estima que cerca del 50% de los trabajadores de América Latina y el Caribe se encuentran en la informalidad, una proporción que refleja la persistencia estructural del problema en la región.
Las brechas más profundas
El informe de la UBA destacó que la informalidad no solo implica la ausencia de derechos laborales, sino también una profunda penalización económica. Los trabajadores no registrados perciben, en promedio, un 44% menos de ingresos que aquellos formalizados con características similares.
Esta brecha salarial tiene consecuencias directas sobre la calidad de vida: el 42% de los trabajadores informales vive en hogares pobres, contra apenas el 12% de los formales. Además, 4 de cada 10 trabajadores informales tienen ingresos inferiores al valor de la canasta básica individual.
¿Quiénes son los más vulnerables?
El estudio identificó que los jóvenes son el grupo más expuesto: entre los ocupados de 16 a 24 años, la tasa de informalidad trepó al 63% en el primer trimestre de 2025. Esto significa que 6 de cada 10 jóvenes trabajan sin ningún tipo de protección social.
Las mujeres también presentan tasas levemente superiores a los hombres (43,2% contra 41,1%), aunque ellos representan el 55% del total de trabajadores informales debido a su mayor participación en el mercado laboral.
El nivel educativo marca una diferencia determinante: mientras que solo el 17,1% de quienes completaron estudios universitarios trabaja en la informalidad, entre aquellos con educación incompleta la cifra se dispara al 64,6%.
El mapa de la desigualdad regional
El contraste entre provincias es notable. Mientras la Patagonia registra las tasas más bajas —apenas 18% en Ushuaia-Río Grande y 24,2% en la Ciudad de Buenos Aires—, las regiones del norte argentino concentran los mayores niveles de precariedad.
El Gran Tucumán-Tafí Viejo lidera el ranking nacional con casi 60% de informalidad, seguido por el Gran San Juan con 56,7%. Formosa, Santiago del Estero y Salta completan el grupo de provincias más afectadas, todas con tasas superiores al 50%.
Los sectores más golpeados
El servicio doméstico y la construcción encabezan la lista de actividades con mayor informalidad, ambas con el 75,4%. El comercio también muestra cifras preocupantes, con el 51,6% de trabajadores sin registro.
Entre los asalariados, la informalidad alcanzó el 37,7% en el segundo trimestre de 2025, el nivel más alto en 17 años, con excepción del segundo trimestre de 2022. Los trabajadores por cuenta propia presentan una situación aún más crítica, con el 62,5% en la informalidad.