El Noreste Argentino (NEA) presenta profundas desigualdades en términos de desarrollo humano, y Formosa es una de las provincias con peores indicadores, según un informe del Instituto de Estudios sobre la Realidad Argentina y Latinoamericana (IERAL).
El Índice de Desarrollo Humano Regional (IDHR), basado en la metodología del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), mide el bienestar de la población a través de tres dimensiones clave: nivel de vida, acceso al conocimiento y salud.
De acuerdo con el estudio, Formosa tiene ocho de sus nueve departamentos con un IDHR bajo, siendo la capital el único distrito con un nivel medio. En el ranking nacional, la provincia se ubica en el puesto 498 de 551, lo que la coloca entre las jurisdicciones con menor desarrollo del país.
En la dimensión “Estándar de Vida Decente”, que mide la calidad de la vivienda y el acceso a servicios básicos, Formosa obtiene un índice económico de 0,856, el más bajo del NEA.
A pesar de que la ciudad de Formosa se encuentra entre las mejor posicionadas de la región con 0,949, los departamentos del interior evidencian una alta precariedad habitacional.

En Pilcomayo, el índice cae a 0,885, en Pirané a 0,861 y en Patiño a 0,788. En los departamentos más rezagados, como Matacos (0,659), Bermejo (0,401) y Ramón Lista (0,000), la situación es crítica, con un alto porcentaje de viviendas tipo rancho o casilla y falta de acceso a servicios esenciales.
El acceso a la educación es otro punto de preocupación. El índice educativo de Formosa es de 0,507, ubicándose por debajo del promedio regional. Aunque el 99,6% de la población pasó por el sistema educativo, solo el 12,8% alcanzó un nivel superior.
La capital es el único distrito con un índice relativamente alto (0,567), mientras que los departamentos del interior presentan valores inferiores a 0,5, lo que indica una menor tasa de egresados terciarios y universitarios. En Pilcomayo, el índice es de 0,492, en Laishi de 0,480 y en Patiño de 0,440, reflejando la falta de oportunidades educativas en gran parte de la provincia.
El informe revela que la mayor debilidad de Formosa está en la dimensión de salud. Con un índice de 0,180, es la provincia con el peor acceso a una vida larga y saludable del NEA. El 60,4% de los habitantes carece de obra social, prepaga o plan estatal de salud, mientras que la tasa de mortalidad infantil supera los 10 de cada 1.000 nacidos vivos. En algunos departamentos, los valores son aún más alarmantes: en Ramón Lista, el índice de salud es de 0,000, en Bermejo de 0,040 y en Matacos de 0,079.