En el Congreso Nacional, la Comisión de Derechos Humanos y Garantías, presidida por la diputada Sabrina Ajmechet (PRO), fue escenario de una jornada de fuerte contenido político y humano, donde víctimas y familiares de víctimas denunciaron violaciones a los derechos humanos en la provincia de Formosa.
Florencia Gladys Villa, madre del oficial inspector Federico Romero —quien murió en 2016 durante un presunto procedimiento policial— fue invitada y reafirmó su pedido de justicia y denunció públicamente que su hijo fue asesinado y no murió ahogado, como sostiene la versión oficial de la Policía de Formosa.
“El caso de Federico fue uno de los seleccionados para exponer en la Comisión de Derechos Humanos de la Nación. Nos escucharon, se llevaron nuestros testimonios y hubo un compromiso de ocuparse”, explicó Villa en Algo está pasando (94.1).
Villa recordó que su hijo, miembro del Departamento de Drogas Peligrosas, fue obligado a trabajar pese a estar con certificado médico por un cuadro de dengue. “Ese día fue llevado con ocho camaradas y dos funcionarios de alto rango a la orilla del riacho Formosa, donde luego fue hallado sin vida. Dijeron que se ahogó, pero mi hijo sabía nadar perfectamente desde los siete años”, afirmó.
La madre de Federico denunció además irregularidades en la investigación: “La misma policía que estaba implicada fue la que intervino en la escena. No actuaron fuerzas independientes como Gendarmería o Prefectura, como corresponde. La causa nunca avanzó”.
A esto se suman elementos clave que, según asegura, fueron ignorados: “Los estudios patológicos demostraron que no tenía diatomeas en los pulmones ni en el estómago. Es decir, no murió por ahogamiento. Además, sus prendas estaban ensangrentadas. La propia policía nos entregó esa bolsa con ropa”.
Sobre el accionar de las autoridades provinciales, Villa fue contundente: “Fui a hablar con la subsecretaria de Derechos Humanos, Silvina Arauz. Me recibió, pero nunca tuve una respuesta. En Formosa todo se tapa. Hay un miedo instalado, incluso en los medios nacionales cuando se habla de esta provincia”.

A pesar del dolor y el paso del tiempo, Villa no se resigna. “Nueve años llevo pidiendo justicia. No me voy a callar. Tengo pruebas, no estoy hablando por hablar. Como madre y como ciudadana, quiero saber qué pasó con mi hijo. No puedo quedarme con la versión de que simplemente se ahogó”.
Destacó la apertura del Congreso Nacional: “Por primera vez nos escuchan. No queremos venganza, queremos justicia. Y justicia no solo por Federico, sino por tantos otros casos en Formosa que se quieren hacer pasar por suicidios o accidentes”.
El testimonio de Villa se suma a otros relatos presentados en el Congreso. La Comisión de Derechos Humanos de la Cámara de Diputados prometió hacer el seguimiento de los casos presentados.