El violento temporal que azotó Clorinda el pasado jueves no solo dejó un saldo devastador con tres docentes fallecidos, sino que también sacó a la luz las condiciones en las que trabajaban. Rodolfo Ferraut, Edith Cantero y Graciela Ramos perdieron la vida al zozobrar la lancha que los trasladaba desde la Isla Buey Muerto hacia Puerto Pilcomayo.
Ahora, un reclamo en redes sociales realizado por el hijo de Ferraut ha puesto en evidencia las adversidades que enfrentaba su padre, incluyendo cinco meses sin cobrar su sueldo porque nunca se le confirmó en el cargo.
En un posteo cargado de emotividad, el hijo de Ferraut expresó:
“Soy el hijo del director. Y no, no ganan más que nadie. Te puedo decir más: mi viejo hace 5 meses que no cobraba porque nunca le confirmaron en el cargo. Lo hacía por vocación y ese día fueron con el objeto de llevarles la mercadería para el fin de semana a sus alumnos”.
El joven también destacó el compromiso de su padre y sus colegas:
“No lo hacían por la plata; ellos ponían de su bolsillo para el combustible y la mercadería de esa gente. Muchas veces le dijimos que deje y venga a la ciudad, pero no quiso. Esa era su segunda casa; eran felices”.
La lancha en la que viajaban los tres docentes quedó atrapada por la tormenta mientras cruzaban el río Paraguay, cumpliendo con una de sus habituales travesías para acercar alimentos a sus alumnos. A pesar de las alertas climáticas, la necesidad de cumplir con su labor los llevó a enfrentar las peligrosas condiciones.
Los cuerpos de Ferraut, Cantero y Ramos fueron hallados tras un intenso operativo de búsqueda encabezado por Prefectura Naval y voluntarios locales. La tragedia conmovió a la comunidad educativa y dejó al descubierto las difíciles condiciones en las que muchos docentes rurales desempeñan su trabajo.