En medio de una economía tensionada por la inflación y la caída del consumo, el precio de los combustibles continúa siendo un factor determinante en la estructura de costos de los formoseños. Según datos oficiales, el valor promedio del litro de nafta en estaciones de servicio YPF en Formosa alcanzó en junio de 2025 los $1.224, lo que representa un incremento interanual del 16,4% respecto a junio de 2024.
Sin embargo, y pese a que el porcentaje de aumento fue más moderado en comparación con otras provincias —como Neuquén (+26,8%) o Santa Cruz (+24,2%)—, los combustibles en Formosa siguen siendo un 7,7% más caros que en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, donde el litro promedia actualmente los $1.294.
La comparación con CABA evidencia las asimetrías en la política de precios: mientras en la capital del país los combustibles subieron un 23% en un año, en Formosa la suba fue menor pero partiendo desde un nivel ya elevado, lo que deja a la provincia en un lugar desventajoso.
Formosa se ubica así entre las provincias del norte con los valores más altos, junto a Jujuy (+7,3% respecto a CABA), Salta (+6,2%) y Tucumán (+5,6%). Este panorama genera inquietud tanto en consumidores como en sectores del transporte, el agro y la industria, que deben absorber estos sobrecostos en un contexto de recesión.
Según especialistas del sector energético, la diferencia de precios entre regiones responde a una combinación de factores, entre ellos los costos logísticos, la carga impositiva local y las estrategias comerciales de las petroleras. No obstante, en provincias periféricas y con menor densidad poblacional, como Formosa, el impacto de estos aumentos se siente con mayor fuerza.