A raíz de una serie de ataques reiterados a unidades de la empresa de transporte urbano Fermoza y a sus choferes en el barrio Namqom, desde este martes por la noche comenzó a implementarse un operativo de acompañamiento policial a los colectivos que circulan por la zona.
Así lo confirmó el director de Transporte de la Municipalidad de Formosa, Fabián Olivera, en una entrevista con el programa radial Algo está pasando (FM 94.1). Según detalló, el acuerdo se selló tras una reunión con el jefe de la comisaría del barrio, quien ofreció la presencia de un efectivo policial en las unidades desde las 19 horas, horario en que comenzaban a registrarse los hechos de violencia.
“El barrio Namqom es una zona complicada, nos decían los mismos vecinos. Hemos tenido ataques a los colectivos, a los choferes, y eso generó que directamente los conductores dejaran de entrar cuando caía el sol. El recorrido se suspendía a las siete de la tarde”, explicó Olivera.

El funcionario valoró la respuesta de la fuerza policial: “Nos atendieron muy bien y prestaron colaboración para garantizar el recorrido completo. No sabemos si lo vamos a resolver del todo, pero es un alivio”.
En ese marco, relató que el interno 57 fue el último colectivo agredido, al que le rompieron los vidrios en la intersección de avenida Constituyentes y Marcelino Rojas, esta vez en el barrio El Porvenir del C5.
Además, Olivera señaló que este tipo de medidas ya se aplican en otras zonas conflictivas de la ciudad, como en las líneas 110 y 111. “Allí también teníamos problemas similares y se logró coordinar con la comisaría del lugar que un policía acompañe los primeros recorridos del día, que arrancan a las 5 o 5:30 de la mañana”, indicó. Incluso se tomó la decisión de reubicar la cabecera de las líneas G y H frente a una comisaría para reforzar la seguridad.
El director de Transporte lamentó tener que llegar a este punto: “Es una pena que no se pueda trabajar con tranquilidad. Romper un colectivo no solo implica costos, sino que ese coche queda fuera de servicio tres días”.
Finalmente, hizo un llamado a la comunidad del Namqom: “Hablamos con vecinos, docentes y autoridades del barrio. Todos reconocen que los responsables son siempre dos, tres o cuatro personas. Pero los que se perjudican son todos. Nosotros queremos mejorar el servicio, pero necesitamos el compromiso de todos para cuidarlo”.