En medio de la polémica por presuntas irregularidades en la calidad del agua potable en la ciudad de Formosa, el gerente de Aguas de Formosa, Alfredo Gusberti, desmintió categóricamente las denuncias sobre contaminación química y bacteriológica del suministro.
“Es una absoluta mentira que el agua de la red que proporciona Aguas de Formosa esté contaminada con químicos que afecten la salud”, afirmó Gusberti en declaraciones a Algo está pasando.

El funcionario subrayó que la empresa presta el servicio hace 30 años, cumpliendo con todos los protocolos establecidos por el Código Alimentario Argentino y la Organización Mundial de la Salud (OMS).
El concejal de la ciudad de Formosa (UCR), Diego Herrera, advirtió sobre graves deficiencias en la calidad del agua potable que abastece a los vecinos, tras la realización de estudios químicos y bacteriológicos en la Nueva Formosa y Lisbel Rivira.
En los estudios sobre el agua en la ciudad de Formosa está contaminada química y bacteriológicamente, de acuerdo a los resultados de un laboratorio de la ciudad de Resistencia, Chaco.
- Nueva Formosa: Contiene amonio, un químico que ocasiona problemas en la salud: 13,90 mg/l, 7.000% superior a lo permitido por el Código Alimentario Argentino (CAA) que es de 0.20 mg/l.
- Lisbel Rivira: Presencia de bacterias Aerobias Mesófilas por un valor de 10.000 Ufc/ml, 2.000% mayor a lo permitido que es 500 Ufc/ml. También presencia de grupos Coliforme y de Pseudomonas Aerugionsa
Gusberti puso en duda los estudios que aseguran la presencia de sustancias contaminantes en el agua distribuida en la ciudad. “Desconocemos qué protocolos y en qué condiciones se tomaron las muestras que se pusieron a consideración y se llevaron al laboratorio”, señaló.
El gerente explicó que Aguas de Formosa realiza controles de calidad de manera continua y en distintos puntos de la ciudad. “Nosotros hacemos controles horarios en la producción de las plantas. En lo que va de marzo, llevamos 150 controles en distintos sectores, ya que hay puntos que son analizados rotativamente”, detalló.
Sobre la presencia de amonio en niveles superiores a lo permitido por el Código Alimentario Argentino, Gusberti fue tajante: “El amonio es imposible que esté en el agua de red. Se genera por una contaminación absolutamente puntual. Si fuera generalizada, se imaginarán que sería un problema grave y notorio”.
También se refirió a la denuncia sobre la presencia de bacterias aeróbicas mesófilas en el agua suministrada en la Nueva Formosa. Según el Gerente, estos microorganismos están naturalmente presentes en el aire y su aparición en análisis puede depender del método de muestreo utilizado. “Es muy específico el protocolo con el que se debe tomar la muestra para evitar contaminación externa”, explicó.
Consultado sobre la desconfianza de algunos ciudadanos que optan por consumir agua envasada, Gusberti insistió en que el agua de red es segura y apta para el consumo humano.
“El agua que proporciona Aguas de Formosa cumple con todos los parámetros de calidad. Solo en casos excepcionales, como luego de cortes de energía, puede salir turbia por unos minutos, pero una vez que el servicio se normaliza, el agua vuelve a estar dentro de los estándares sanitarios”, sostuvo.
Finalmente, Gusberti cuestionó la difusión de denuncias sin haber consultado primero a la empresa proveedora. “Si hace 30 años que profesionales están abocados a la prestación de este servicio, no se puede salir a alarmar a la población de esta manera. Esto tiene una intencionalidad que va más allá de la calidad del agua”, sentenció.