Con custodia de Correo Argentino y tras cortes de tránsito por razones de seguridad, llegaron este miércoles a Formosa las boletas únicas de papel corregidas que se utilizarán en las elecciones del 26 de octubre. Así lo confirmó en Algo está pasando el juez federal con competencia electoral, Pablo Morán, quien supervisa personalmente el proceso de verificación junto a un equipo del juzgado federal.
“Esperemos que estas sean las definitivas, que la segunda sea la vencida“, expresó Morán con cautela, recordando los graves errores detectados en la primera partida que obligaron a reimprimir todo el material electoral.

El trabajo que tiene por delante el equipo judicial es monumental: revisar 1.512 talonarios que contienen 491.558 boletas para electores, más un 5% adicional por contingencia, lo que totaliza 516.135 papeletas.
“Tenemos acá un grupo de 20 a 30 personas que estamos abocados uno por uno a revisar que este medio millón de boletas estén bien, que no haya datos erróneos, que no estén mal las fotos, los colores”, detalló el magistrado.
La revisión se realiza boleta por boleta para detectar posibles números repetidos, faltantes o cualquier otro error de impresión. “Es lo que se hizo la vez pasada, hasta encontrarse que era un desastre todo y se mandó a reimprimir todo”, recordó Morán.
El proceso de detección de errores en la primera impresión y la coordinación de la reimpresión implicó costos significativos. Morán relató que la semana pasada debió viajar urgentemente a Buenos Aires junto a otro magistrado, asumiendo gastos de pasajes y alojamiento.
“Toda esta movida, obviamente, además del tiempo, que obviamente es nuestro trabajo, tienen un costo operativo importante”, señaló, agregando que esto se suma “al costo grandísimo que significa medio millón de boletas con todo su tarea de custodia“.
Sobre quién asumirá los costos de la reimpresión, Morán explicó que la empresa contratada —que cobra “muchos millones de dólares” por imprimir más de 50 millones de boletas en todo el país— se comprometió a reimprimir el material, pero se reservó el derecho de disputar el pago con el gobierno nacional.
La empresa implementó un doble control de calidad, con una mesa de trabajo de ocho personas revisando las boletas, mientras que la Dirección Nacional Electoral (DINE) dispuso otro equipo de igual magnitud. “Aunque parezca mentira, cuando salían del doble control encontraban a veces cosas que ya habían fallado en el primer control“, admitió el juez.
Además, la empresa solicitó que no se destruyan las boletas defectuosas. “Nos dijeron: ‘No las incineren, no las destruyan, porque por razones de control interno de calidad, incluso para disputarle eventualmente al gobierno nacional el pago, queremos verlas'”, explicó Morán, quien accedió a resguardarlas hasta después de las elecciones.
El magistrado adelantó que realizó un primer paneo visual del material recibido y “aparentemente estaban bien”, aunque aclaró que no podrá confirmar nada hasta completar la revisión exhaustiva.
“No está bien hasta que no se hayan controlado“, advirtió, estimando que en las próximas horas podrá dar una respuesta más definitiva.
En principio, no está prevista una audiencia con los apoderados de los partidos políticos para el control de las boletas, tal como ocurriría si el material llegaba en condiciones. Sin embargo, Morán no descartó esa posibilidad si algún apoderado lo solicita expresamente.
Las elecciones del 26 de octubre serán la primera experiencia con boleta única de papel en Formosa, un sistema que busca mayor transparencia electoral pero que ha enfrentado desafíos logísticos en su implementación.