Carlos Romero tiene 23 años, vive en Chiriguanos y es, según él mismo se describe, uno de los pocos vecinos que se anima a mostrar en redes sociales “las cosas que el intendente hace mal”. Esa actitud le habría costado un violento encontronazo con el jefe comunal de la localidad, Antonio Osvaldo Caldera, el miércoles por la noche.
“Eran cerca de las 22:40, estaba solo y caminando por la calle, cuando se me apareció Caldera en su camioneta. Primero me cruzó de frente, no me reconoció, y después dio la vuelta. Frenó de golpe frente a mí, tan fuerte que saltaron las piedras”, relató Romero en Algo Está Pasando.
Según su testimonio, el intendente descendió del vehículo insultándolo a los gritos: “Pendejo de mierda, ¿Qué es lo que me criticás en las redes?” A lo que Romero respondió: “Yo no te critico, simplemente digo la verdad, muestro lo que hacés”. En ese momento, siempre según el joven, Caldera lo habría amenazado: “Más vale que te cuides, ya te voy a agarrar a vos”.
El episodio ocurrió a metros del domicilio del intendente y sin testigos. Romero aseguró que tras el hecho fue directamente a la comisaría a realizar la denuncia correspondiente. “Me tomaron la denuncia, aunque al principio quisieron hacerme firmar una exposición. Tuve que insistir varias veces para que quede asentado como denuncia formal”, explicó.

La presentación quedó registrada en la comisaría local, a cargo del oficial ayudante Mirco Emilio Oksienczuk, y según se detalla en el acta, el denunciante responsabilizó directamente a Caldera por cualquier situación que pudiera poner en riesgo su integridad o la de su familia.
Romero señaló que la tensión con el intendente no es nueva: “Todo empezó cuando echaron a mi mamá de la municipalidad. Trabajó todo el mes y después no le pagaron ni estaba en planilla. Caldera hace lo que quiere. Si no estás bajo su orden, no existís. Se cree dueño del pueblo”.
El joven también denunció manejos irregulares con los trabajadores informales contratados por el municipio durante las elecciones: “Muchísima gente fue despedida sin cobrar lo trabajado. La mayoría de los que están contratados no llegan ni a 100 mil pesos por mes y si al intendente algo no le gusta, te corta”.
Carlos asegura no tener miedo, a pesar de la amenaza directa: “Eso es lo que él quiere, que yo tenga miedo y me calle. Pero no voy a dejar de decir lo que pasa acá. Él se maneja con total impunidad”.