La salida del cepo cambiario generó incertidumbre sobre el impacto en los precios de los productos de la canasta básica y el impacto que puede recaer sobre el bolsillo de los consumidores.
El presidente de la Cámara de Pequeñas y Medianas Empresas de Formosa (CAPYMEF) , Carlos Werlen, aseguró que con las decisiones del Gobierno nacional “estamos viendo la normalización de un mercado que venía alterado por los distintos tipos de dólar. Cada vez que subía el dólar blue, automáticamente se trasladaba a precios. Hoy eso está contenido, al menos por ahora”, explicó.
Según el referente empresarial, desde el 30 de marzo al 4 de abril se produjeron aumentos estimados de entre el 2% y el 5% en varios rubros, con picos de hasta el 8% en productos cárnicos y chacinados.
“Los aumentos fuertes ya ocurrieron. Por eso hoy no hay nuevas listas de precios. Las empresas saben que no hay margen para seguir subiendo: la economía está muy ajustada y los sueldos por debajo de la inflación”, detalló en dialogo con Algo está pasando.
Werlen subrayó que muchos precios fueron calculados con un dólar estimado en $1.400, cuando en su momento de mayor tensión superaba los $2.000. “Si ahora baja el dólar, si baja el combustible, estaría bueno que también bajen los productos alguna vez”, sugirió, apuntando a una oportunidad para que el empresariado brinde una señal positiva al consumidor.
El titular de CAPYMEF también abordó la particular situación de la región del NEA. Aunque Formosa registró en los últimos meses índices de inflación más bajos que otras zonas del país, Werlen lo atribuyó más a la retracción del consumo que a políticas o dinámicas locales. “Acá la gente compra lo justo. Eso obliga a mantener precios estables. Pero también significa menos ingresos para el comercio”, analizó.
Finalmente, trazó una radiografía del consumo reciente: “Diciembre fue un buen mes, como siempre. Enero y febrero fueron flojos. Marzo apenas repuntó 2% en comparación interanual. Lo que se pierde no se recupera más. Hoy estamos mes a mes, viendo si empatamos o no”.
En un contexto de incertidumbre económica, Werlen dejó una idea contundente: “El consumidor es quien nos mantiene a todos. Si no le damos un respiro, no hay plan que aguante”.