El acceso a la vivienda propia en Formosa se encuentra en una situación crítica. Según el presidente de la Cámara Inmobiliaria provincial, Daniel Esperanza, la imposibilidad de la clase media para acceder a créditos hipotecarios refleja la caída del poder adquisitivo y el impacto de la incertidumbre económica.
“La compraventa de viviendas con créditos hipotecarios no aplica porque nuestro poder adquisitivo no alcanza. Las cuotas son impagables para la clase media en Formosa”, afirmó Esperanza durante su participación en Algo está pasando. Esta situación ha paralizado prácticamente todo el mercado de compraventa de propiedades, incluso aquellas que podrían transaccionarse en dólares.
La falta de acceso a financiamiento no solo afecta a quienes desean adquirir una vivienda, sino también a la construcción privada, que permanece detenida. “Aunque la obra pública entrega algunas viviendas, no es suficiente. La construcción privada, que podría cubrir parte de la demanda, está paralizada porque la gente no puede acceder a los créditos necesarios para financiarla”, explicó.
Además, Esperanza señaló que los créditos hipotecarios actuales, como los de tipo UVA, no son viables en el contexto económico actual, donde la inestabilidad dificulta la planificación a largo plazo. “Un crédito hipotecario necesita de una economía estable durante años, pero hoy nadie puede garantizarlo. Esa incertidumbre hace que las familias ni siquiera se planteen la posibilidad de endeudarse”, aseguró.
El mercado inmobiliario de alquileres también enfrenta tensiones, aunque de una naturaleza distinta. Con una demanda que supera la oferta y la ausencia de una ley que regule el sector, los precios siguen en aumento. A pesar de una leve mejora en la calidad de los inmuebles en los últimos dos años, la oferta no logra cubrir las necesidades de la población.
Esperanza cerró con un análisis pesimista sobre el futuro inmediato: “Sin políticas que estabilicen la economía, será difícil revertir esta situación. Hoy el mercado está frenado y las familias enfrentan grandes desafíos para acceder a la vivienda propia. Ojalá tengamos un mejor 2025, pero la incertidumbre sigue dominando”.