La administración de Gildo Insfrán ha consolidado un esquema financiero basado en fideicomisos públicos para gestionar recursos destinados a áreas estratégicas como salud, seguridad, desarrollo vial y proyectos hídricos.
Según los últimos informes del Banco de Formosa, designado como agente fiduciario, el total del patrimonio fideicomitido asciende a $1.062.226.000 a junio del año pasado.
Un fideicomiso es una herramienta financiera que permite a un fiduciante (en este caso, el Gobierno de Formosa) transferir fondos a un fiduciario (Banco de Formosa), quien se encarga de administrarlos de manera independiente y con un fin específico previamente definido en el contrato.
Este mecanismo busca garantizar que los recursos sean utilizados exclusivamente para los objetivos previstos, como obras de infraestructura o programas sociales.
Entre los fideicomisos destacados se encuentran:

- Fideicomiso Público para la Salud y Seguridad de la Provincia de Formosa: Con un flujo mensual de fondos de $46.000, este fideicomiso tiene como objetivo garantizar el financiamiento de proyectos tecnológicos y sanitarios.
- Fondo Fiduciario Vial: Creado por el Decreto 155/15, destinado al mantenimiento y construcción de la infraestructura vial provincial. Actualmente, se encuentra en proceso de cierre y liquidación.
- Fideicomiso para el Desarrollo Vial, Hídrico y Municipal: Con un flujo mensual de $5,5 millones, busca atender necesidades críticas en municipios y obras de infraestructura hídrica.
- Fondo Fiduciario Para el Desarrollo Provincial: Este fideicomiso administra más de $1.051 millones, con un contrato inicial de 10 años prorrogable.
- Fondo Fiduciario para Salud, la Seguridad y la Tecnología: Este fideicomiso administra más de $3.829.000, con un contrato inicial de 10 años prorrogable.
Estos fideicomisos permiten al Gobierno Provincial destinar fondos de manera específica y centralizada, aunque también generan interrogantes sobre su transparencia y eficiencia en la rendición de cuentas. El Banco de Formosa, en su rol de fiduciario, tiene la obligación de administrar los fondos y rendir informes periódicos exclusivamente al fiduciante.
El Fondo Fiduciario para el Desarrollo Provincial-REFSA, que administra más dinero de los formoseños, estuvo en el centro de la polémica porque fue de donde salieron lo mas de $7 millones que se le pagaron a The Old Fund de Alejandro Vanderbroele por la supuesta asesoría para la reestructuración de la deuda publica provincial.
A pesar de la magnitud de estos recursos, algunos fideicomisos como el Fondo Fiduciario Vial y el Fondo Fiduciario de Energía no han tenido movimientos significativos en los últimos años, lo que plantea dudas sobre su impacto real en la economía local.
A contramano, el Gobierno de Javier Milei esa semana se eliminó tres fondos fiduciarios, en los cuales se habían detectado irregularidades en su funcionamiento.
Dentro de los argumentos mencionados por el Ejecutivo, se mencionó la identificación de irregularidades en la administración, así como en el incumplimiento de los objetivos para los que fueron creados. De esta manera, el número de fondos que dejaron de existir asciende a más de siete desde que Milei llegó a la Casa Rosada.
Como herramienta financiera, los fideicomisos permiten proteger los recursos del manejo político directo, estableciendo un marco jurídico que obliga al fiduciario a cumplir con las disposiciones del contrato.
Esto asegura que el dinero no sea desviado a otros fines y que los objetivos del fideicomiso sean cumplidos con mayor eficiencia. Sin embargo, la falta de acceso a informes detallados sobre el destino y los resultados de los fondos puede generar críticas y pedidos de mayor control público.