La crisis alimentaria golpea con fuerza a Formosa. Así lo evidenció la responsable del Instituto de Investigación Social, Económica y Política Ciudadana (ISEPCI), Marcela Molina, al presentar los resultados del relevamiento del Indicador Barrial de Situación Nutricional (IBSN).
Molina describió en Algo está pasando (FM 94.1) una realidad alarmante: el 100% de las familias debió reducir las porciones de comida o suprimir alguna de las cuatro comidas básicas del día debido a la falta de recursos.
“Hay hogares donde los adultos toman unos mates a la noche y se van a dormir sin comer para que los chicos puedan tener su leche con pan. Es una decisión desgarradora, pero recurrente”, afirmó Molina, quien destacó la gravedad de la inseguridad alimentaria en la provincia.
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El estudio, que se lleva a cabo anualmente en 14 provincias del país, incluyó mediciones de talla y peso en niños, además de encuestas a las familias sobre sus hábitos alimentarios. En Formosa, los resultados posicionan a la provincia como una de las más afectadas: muchas familias reportaron que tuvieron que reducir la cantidad y calidad de los alimentos, preparando comidas básicas con los pocos ingredientes disponibles, como guisos hechos únicamente con cebolla y puré de tomate.
Otro dato alarmante es la malnutrición infantil. Según el relevamiento, el 40,5% de los niños y adolescentes presentaron problemas nutricionales, principalmente sobrepeso y obesidad, debido a dietas basadas en harinas y alimentos de baja calidad nutricional.
Molina también explicó que los barrios relevados incluyen sectores como el Circuito 5 y los lotes 110 y 111, donde en años anteriores funcionaban numerosos merenderos. Sin embargo, el cierre o disminución de su actividad debido a la falta de recursos ha dejado a muchas familias sin este apoyo esencial.
“Antes se enviaban alimentos básicos desde el Gobierno Nacional para los merenderos, como leche y comida. Hoy eso ya no está, y muchas familias solo reciben ayuda esporádica gracias a colaboraciones aisladas”, agregó.
La responsable de ISEPCI subrayó que, aunque el relevamiento nacional abarca diversas provincias, Formosa encabeza los indicadores de inseguridad alimentaria. Este año, el 100% de las familias encuestadas admitió haber reducido porciones o eliminado alguna comida involuntariamente, afectando principalmente a los adultos.