El gobernador de Formosa, Gildo Insfrán, rechazó las denuncias de corrupción dirigidas a su administración que esta semana se encargaron de presentar las diputadas provinciales de la oposición Gabriela Neme y Agostina Villaggi, que determinaron un escandalo en la Cámara de diputados.
“Yo personalmente jamás he cometido” fue la llamativa respuesta de Insfrán a las acusaciones de obras pagadas y no ejecutadas, testaferros de sus ministros que recibieron fondos pero que no fueron justificados.
Según el mandatario formoseño que estas acusaciones buscan sacarlo de su eje político: “Me preguntan si soy un dictador. Imagínense ustedes si yo hubiera tenido solo el 10% de la actitud que tienen los dictadores. ¿Podrían decir todas las barbaridades que dicen en los medios? todos los días acusando de delitos graves. Por supuesto que no”.
Imagínense ustedes si yo hubiera tenido solo el 10% de la actitud que tienen los dictadores. ¿Podrían decir todas las barbaridades que dicen en los medios?
Sorprendió la ausencia en la primera fila de la mayoría de los ministros de su gabinete: solo estuvo el de Educación, Julio Araóz, y de los diputados, Armando Cabrera. El vicegobernador, Eber Solís, esta a cargo del gobierno paralelo en la zona de Las Lomitas.
El gobernador formoseño rechazó las críticas sobre la reforma constitucional impulsada por su gobierno, defendiendo su legalidad: “No hay reelección indefinida. Cada cuatro años es el pueblo el que decide si sigo o no”. Señaló que la oposición prefiere judicializar la política en lugar de presentar propuestas concretas: “Van a los medios con denuncias porque no tienen votos”, expresó.
Insfrán apuntó directamente contra el rol de la Corte Suprema y las denuncias presentadas en su contra: “Presentan denuncias en la Corte Suprema esperando que ellos decidan quién puede o no ser candidato“, sostuvo.
Consideró que “eso sería el colmo: que la Corte diga que fulano de tal no puede ser candidato. Lo que buscan es lo que no tienen: votos”, aseveró. Además, calificó estas acciones como una degradación de la política y un intento de la oposición por evitar debatir ideas.
El gobernador dedicó parte de su intervención en Palo Santo a cuestionar el modelo económico nacional que, dijo, esta basado en el endeudamiento y advirtió sobre el riesgo de entregar la soberanía política: “No podemos permitir que se nos impongan identidades extranjeras. Debemos integrarnos, pero con nuestra propia cultura y soberanía”, sostuvo.
“Sería el colmo: que la Corte diga que fulano de tal no puede ser candidato. Lo que buscan es lo que no tienen: votos”
“Díganme ustedes el salario le alcanza para poder llegar colgante cubriendo todas las necesidades a fin de mes”, pregunto y recibió un fuerte “no” por parte de los militantes en el operativo “Por nuestra gente, todo”.
Insfrán situó su discurso en el contexto de la crisis económica nacional, subrayando las dificultades que enfrentan las provincias debido a las políticas macroeconómicas: “La macroeconomía no la manejamos los intendentes ni los gobernadores; la maneja el presidente y el proyecto que lleva adelante”.
A pesar de estas limitaciones, destacó que Formosa otorgó aumentos salariales que superaron la inflación, aunque reconoció que el poder adquisitivo sigue deteriorándose: “Lo que antes se compraba con un salario ya no se puede. Eso no depende de nosotros”, afirmó.