Nélida Caballero, la cocinera del exministro de Planificación Julio De Vido, explicó ante la justicia que su gran patrimonio fue adquirido debido a la prostitución, profesión que ejercía al mismo tiempo que era empleada doméstica del exministro de Obras Públicas. Señaló que en su cartera de clientes se encontraban empresarios y banqueros, quienes le daban autos de alta gama y dinero.
A Caballero le habían encontrado varios bienes sin declarar, por lo que frente al Tribunal Oral Federal 7, integrado por los jueces Fernando Canero, Germán Castelli y Enrique Méndez Signori, explicó de manera detallada que su fortuna fue adquirida con trabajos sexuales.
“Trabajo en casas de familia y trabajo de prostituta, con eso me mantengo”, contestó la cocinera de De Vido cuando fue consultada sobre su profesión. Indicó también que es conocida como “La Negra” o “La Brava”.
Seguido a esto, explicó que su padre la violó a sus 13 años, provocando que escapara a la casa de su tía, y más tarde comenzando a prostituirse “a consecuencia de eso”. Más adelante se quedó embarazada, y nunca quiso que a su hija “que el falte nada”.
“Me hice bastante conocida en el rubro de la prostitución”, agregó. Ante la consulta de los jueces sobre si preferiría continuar declarando ante puertas cerradas por la sensibilidad e intimidad, Caballero respondió: “No tengo nada que ocultar y quiero contar cómo empezó esto”.
En Formosa comenzó a hacerse cada vez más conocida. Entre los clientes se encontraba Wilfredo Leguizamón, quien le había propuesto realizar un video pornográfico junto a otras ocho personas al mismo tiempo. “Me pagaban muy bien, me alcanzaba para pagar en un año y medio la cuota del terreno”, justificó sobre el dinero.
En 2004 se mudó a El Calafate a hacer más dinero por una propuesta de su primo Timoteo Paniagua. “Ahí conozco turistas y empecé a relacionarme con la gente de la empresa que hacia el gaseoducto. Sacaba 500 pesos la noche (aproximadamente 400 mil de hoy)”, explicó para justificar sus ingresos.
Dos años después comenzó a trabajar en Los Álamos, uno de los hoteles más lujosos de la ciudad. En la posada conoció a Julio De Vido, quien en ese entonces era ministro de Planificación Federal, Inversión Pública y Servicios del gobierno de Néstor Kirchner. Un tiempo después terminó yendo a su departamento en Palermo a trabajar como cocinera de la casa.
En el resto del relato continuó detallando su relación con otros clientes habituales y cómo ellos le compraban autos o le daban dinero. Además, explicó que con el dinero recaudado pudo comprarse un campo en Formosa y otros artículos.